Historia de la Parroquia de Santa María de Lugo de Llanera

A finales del siglo XI existía de seguro la Iglesia de Santa María de Lugo junto a un monasterio benedictino, que fue feudo y propiedad del convento de San Vicente de Oviedo hasta los tiempos de la desamortización del siglo XIX año 1835. Los monjes de aquel monasterio fueron los evangelizadores de esta zona y repobladores de los territorios en los tiempos de la reconquista. Entre los años 1735 y 1743 se construyó la iglesia neoclásica (hoy desaparecida) sobre la iglesia de origen medieval, que se hallaba ubicada en Castañeda, cerca del Pando, donde estudios arqueológicos sitúan también la antigua ciudad romana Lucus Asturum. En ese mismo lugar, quizás derruyendo la antigua, se levantó en el siglo XVIII la magnífica iglesia que estuvo en pie hasta que fue dinamitada en los albores de la guerra civil del 1936- 1939. En 1942 se inaugura la actual iglesia una vez es construida en otra ubicación distinta a la anterior, gracias a la suscripción popular, con donativos extraordinarios y sobre todo con el dinero donado por el Cuerpo de Aviación, en atención a que el aeródromo de La Morgal en construcción se halla en terrenos de esta parroquia.

domingo, 23 de septiembre de 2012

LOS CATEQUISTAS PREOCUPADOS POR LA ESCASA IMPLICACION DE LAS FAMILIAS EN LA CATEQUESIS


Durante las tres últimas semanas de septiembre, Oviedo, Gijón y Avilés, vienen acogiendo la conocida Semana de la Catequesis, una serie de encuentros anuales que tratan de suministrar a los catequistas asturianos nociones y técnicas que les permitan ejercitar su importante servicio dentro de la Iglesia de una manera acorde a los tiempos.

El colectivo de catequistas asturianos, unos 2.000, preferentemente mujeres, advierte de un tiempo a esta parte cómo las familias se desentienden de la educación de la fe de sus hijos, delegándola en la parroquia o en los catequistas en el mejor de los casos. Un hándicap de grueso calibre, porque uno de los secretos de la trasmisión de la fe reside en el ámbito familiar de los niños y en su ligazón con la parroquia.

Pese a las dificultades los catequistas no se amilanan, porque saben bien del sentido espiritual de los niños y de su capacidad para poder comprender el misterio de la fe, tantas veces desvelado a los pequeños, a los que se “hacen como niños”.

Fuente: Caminos de la Iglesia. 20/09/2012

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